DOMINGO II CUARESMA - CICLO B
Evangelio: Mc 9, 2-10
"En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador...
Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí!
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo»...".
Nos subes, Jesús, a lo alto
y nos dejas ver tu luz.
No perder, jamás, queremos
aquella beatitud.
Como Pedro, te decimos:
contigo y siempre así,
Jesús.
Mas ¿hay siempre luz de día?
La senda que avanzamos
¿no tiene también cruz?
Escuchamos: "... Escuchadlo".
Y comprendo ahora el quid:
Tú vives con el hombre
y al compás de mis pisadas
van las tuyas;
estás tú.
Eres más íntimo a mí misma
que al corazón le es su latir.
Una cosa es necesaria:
tu presencia descubrir.
Caminar será más fácil
cuando bajemos de allí.
¿Deambularé por el mundo?
¿Tomaré el camino que eres Tú?
Resuena, en mí, la voz del Padre:
¡Escuchadlo!
Es mi Hijo, es Jesús.
(R.M.)

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