DOMINGO XXI, CICLO B
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios» (Jn 6,60-69).
¡Qué escena más impresionante! Muchos de los discípulos de Jesús se están yendo porque su modo de hablar es duro. Y ¿quién puede seguirle?
Jesús, esto que nos dices, concretamente, ¿qué es? Nos estás desanimando y, a lo mejor, también nosotros nos vamos.
Os digo que no busquéis en mí satisfacciones terrenas, como si fuera panadería ambulante. ¿No os acercáis a mí para seguirme, como llamados por mi Padre, no para que os arregle la vida? Yo os llamo para poner toda vuestra atención en las realidades espirituales. Yo no voy a cambiar mi enseñanza aunque esté perdiendo fama. Intuyo que me voy a quedar solo. Por eso os pregunto: ¿También vosotros queréis dejarme?
En el evangelio, se nos relata un momento de gran tensión y doloroso para Jesús, en espera de la respuesta. Probablemente todos se vayan. También los apóstoles. Es su primera gran crisis de seguimiento.
¿Cómo pregunta Jesús? ¿Con desesperanza: seguros que también estos quieren irse? ¿O con esperanza: probablemente, estos no se querrán ir?
Según el término griego utilizado indica que preguntó con esperanza en que sus discípulos no lo iban a dejar. Y efectivamente, Simón Pedro, tomando la palabra, lo reconoce en nombre de todos, como el Mesías, la única alternativa posible de vida verdadera.
(E.A.)

Escribir comentario
Modesto Serrano (domingo, 22 agosto 2021 18:49)
Efectivamente, siguiendote a Ti, alimentandonos de Ti, con esperanza y fe, es el único camino para alcanzar la felicidad y la eternidad.
Gracias.
Ernestina (martes, 24 agosto 2021 05:16)
Muchas gracias Modesto por su comentario y por seguirnos en el blog
Un fuerte abrazo