Los monjes deberíamos vivir en una conversión diaria, en una especie de cuaresma permanente. San Benito en su Regla nos propone cómo vivir la Cuaresma: ofrecer voluntariamente alguna cosa al Señor "con gozo del Espíritu Santo". Sin embargo, todo esfuerzo ascético sin referencia a la persona de Cristo acabaría decepcionándonos, pues la cruz no es un valor en sí misma, sino que lo es porque Cristo subió a ella...
Una de nuestras hermanas mayores, sor María Inés, expresa en sus versos sus vivencias de la vida monástica. En la poesía titulada "Entrega" describe cómo el Señor la alcanzó con su amor.
Los monjes y monjas estamos llamados a ejercitarnos en la humildad. Sin embargo, no es solamente una virtud cristiana, tiene un valor humano, aunque en nuestra sociedad esta palabra no se lleva.
La humildad es saber dónde está nuestro sitio en cada momento.
Uno de los votos específicos de la profesión monástica es la "conversión de costumbres". Consiste en vivir en un constante crecimiento todo lo que conlleva el "ser monje".
En el Evangelio del próximo domingo, Juan el Bautista nos invitará a convertirnos y preparar los caminos al Señor. No sólo a los monjes, sino a todos los cristianos se nos invita a "crecer" hacia el Señor y caminar según el Evangelio.
Para todos los cristianos la lectura y la meditación de la Palabra de Dios son imprescindibles. A través de ella conocemos cada vez más a Jesús y podemos actuar como Él.
La lectura orante de la Biblia constituyó desde el principio uno de los pilares fundamentales de la vida de los monjes y monjas.
Hay dos maneras de realizar la Lectio: la racional y la monástica. ¡Conócelas!
Es difícil imaginar los monasterios benedictinos sin el canto gregoriano. Este canto, con una historia milenaria, ha nacido, se ha desarrollado y sigue vivo mediante la oración. Es una música del alma y no de la inteligencia, una música bañada en las aguas de la contemplación de la Palabra de Dios.
Disfrutad esta reflexión poética del padre Bernardo García Pintado, monje de Silos.
Invitamos a las chicas y mujeres jóvenes que tienen una inquietud vocacional o buscan el plan de Dios para su vida al Taller de discernimiento vocacional que tendrá lugar en nuestro Monasterio de monjas benedictinas de León del 4 al 8 de Diciembre de 2020.