Cuando alguno me pregunta
Qué es un monje de verdad,
Nunca acudo al diccionario
A buscar su identidad.
Yo vivo en un monasterio
Donde por necesidad
Sus habitantes son monjes,
O monjas, ¡lo mismo da!
Y no se define al monje
Por vivir en soledad
Cuando en esta santa casa
Tanta gente somos ya.
¿Cómo se define, entonces,
-adentrándonos ya más-
Este extraño ser humano
Que abandona la ciudad?
¡Esa mujer o ese hombre
Que en talante cuaresmal
Troca riquezas y joyas
Por vestidos de sayal!
Dije ya –mas no bien dije –
Que el monje dejó la ciudad;
Pues no abandonó a los hombres
Que a todos los trajo acá.
Porque el corazón del monje
Es un arca universal
Mayor que la del Diluvio
Que salvó a la antigüedad.
Y no estamos para bromas,
Que hay que decir, que en verdad
El monje es algo muy grande,
Muy grande, como verán.
Si empiezo por la cabeza,
¡vaya si no sabe pensar!
Y si se observan sus ojos
¡qué bien que saben mirar!
Su pupila es transparente
Sobrepasando al cristal
Todo lo observa en la tierra
Con visos de eternidad…
Sus orejas se disponen
Para las ondas captar;
Así se explica que entienda
De Dios la voz celestial.
Su boca y lengua se emplean
Para los salmos rezar.
¡Qué bien resuena en el cielo
La oración con su cantar!
Con sus manos va tejiendo
Una túnica eternal.
ORA Y TRABAJA es su lema
Resumido en caridad.
Y quedan sus pies ligeros
Que ha tiempo echaron a andar,
Cuando escuchó la llamada
Que le trajo a este lugar.
¡Cómo corren! ¡Más bien vuelan
Con ligero caminar!
¡Ay, qué pena si algún día
Se llegaran a cansar!
Mas no, que en este desierto
No existe tal soledad;
Que Dios anda de por medio
Y no le abandonará.
¿Qué más digo yo del monje?
¡Ah, sí! Que no hay que olvidar
Que ese corazón que tiene
Para Dios lo ha de guardar.
¡Qué bello es vivir la vida,
La vida en fraternidad!
Cuando Dios y nuestro hermano
Son una cosa, no más.
¿Qué sabes de un monasterio?
Visita el de Carbajal.
Que yo tengo bien seguro
Que no te arrepentirás.
(sor María Inés; León, 18 de febrero del 1993. Para la profesión de sor Ernestina)

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Jessica PERU (domingo, 31 enero 2021 18:44)
Me Encanta! Gracias Sor Maria Ines.