¿Hacerse monja?

hacerse monja

Cómo hacerse monja benedictina.

El monje se hace monje como resultado de una urgencia de encontrarse con Dios y descubre en la vida monástica los valores que están en él deseando desarrollarse y crecer.

El carisma monástico representa una llamada a una profunda alegría. San Benito abre su Regla en el prólogo presentando la propuesta monástica como un grito que lanza el Señor a una persona: ¿Quién es el hombre que quiere la vida y desea la felicidad? (Prol. 16)

¿Qué alegría ofrece la vida monástica?

La alegría del monje tiene que ver con la experiencia de realizar aquello para lo que ha sido creado, alabar al Señor.

 ¿Por qué la vida monástica, nacida en el siglo VI, puede dar felicidad a un joven del siglo XXI (XV siglos más tarde)?

Porque ofrece estabilidad y equilibrio a una sociedad que vive de forma fluctuante, cubierta de experiencias que nunca acaban de enraizar, donde la persona es en cuanto que se mueve sin cesar y cambia.

Nuestra constante relación con Dios, el ritmo equilibrado entre el “ora et labora”, el “ne quid nimis” (nada en exceso) y la estabilidad en una familia monástica hacen que nuestra vida sea sana y sanadora y, por tanto, feliz.

¿Qué aporta la vocación monástica a la vida humana?

La alegría del monje tiene que ver con la experiencia de realizar aquello para lo que ha sido creado, alabar al Señor.

 ¿Por qué la vida monástica, nacida en el siglo VI, puede dar felicidad a un joven del siglo XXI (XV siglos más tarde)?

Porque ofrece estabilidad y equilibrio a una sociedad que vive de forma fluctuante, cubierta de experiencias que nunca acaban de enraizar, donde la persona es en cuanto que se mueve sin cesar y cambia.

Nuestra constante relación con Dios, el ritmo equilibrado entre el “ora et labora”, el “ne quid nimis” (nada en exceso) y la estabilidad en una familia monástica hacen que nuestra vida sea sana y sanadora y, por tanto, feliz.

Itinerario formativo.

Cuando una persona cree tener una vocación monástica y se pone en contacto con una comunidad, entra en la llamada etapa del “aspirantado”.

Si desea seguir avanzando progresa hacia las etapas de Postulantado, Noviciado. Profesión Temporal y finalmente la Profesión Solemne. Todo ello lleva un periodo aproximado de 9 años.

¿Hacerse monja?

Peculiaridades de los monjes: sus votos monásticos.

Los monjes y monjas benedictinos no profesamos los votos habituales de la Vida Consagrada, sino unos diferentes. Son los tres votos siguientes:

    • Conversión de costumbres. “Conversatio morum suorum”: es la adaptación creciente de la persona a otra forma de vida, la monástica. El proceso de la formación de la identidad monástica. Vida de completa conversión interior que va produciendo en el monje una paz y alegría interna con la dilatación del corazón.
    • Estabilidad. Nos unimos a una comunidad o familia mediante el voto de estabilidad para crear lazos de fraternidad irrompibles; una comunión de vida. Consiste en permanecer estables en referencia a un lugar, tiempo y personas. Definirse ligado hasta la muerte a una comunidad.
    • Obediencia El monje vive bajo una regla y un abad. Es la obediencia entendida como escucha, estar atentos, discernir, dejarse acompañar, contrastar… para ir eliminando la propia voluntad que es lo que más nos impide acceder a la voluntad de Dios.

    Otras peculiaridades monásticas

    • Vida de familia

    Las relaciones monásticas tienen unas particularidades propias. Son muy enriquecedoras porque se da una simbiosis muy especial. Nos entregamos unas a otras la fuerza física y la espiritual y nos permite alcanzar con facilidad objetivos inalcanzables. Nos damos unas a otras confianza y seguridad. Gracias a esto podemos acometer cualquier empresa y afrontar grandes retos como un equipo invencible.

    Se da un ámbito de unidad y profundidad en el que la voluntad de Dios va abriéndose camino buscando todas la verdad mediante el diálogo.

    El monasterio es para nosotras nuestra familia y la comunidad nuestra primera referencia interpersonal, nuestro interlocutor humano más importante, el lugar que ha llegado a ser sin ninguna duda nuestra casa.

    •  Interioridad

    El monje no puede perder nunca el contacto consigo mismo y necesita un ambiente externo que le permita una relación consigo mismo y con Dios.

    • Celebración litúrgica.

    La jornada del monje está marcada por los momentos de encuentro con Dios en la celebración del Oficio Divino. Toda la comunidad se reúne en el coro para celebrar juntas. El trabajo que estemos realizando se interrumpe rápidamente.

    Síntesis

    La vocación monástica produce, en el que recibe una llamada a ella, una vida

    1. Sana y sanadora por el equilibrio y la estabilidad.
    2. Serena. Serenidad que viene del que sólo tiene una ocupación en la vida: buscar a Dios.
    3. Sencilla. Reducida y simplificada a lo esencial.
    4. Silenciosa. El monje no puede perder nunca el contacto consigo mismo y el silencio es el clima que le permite esto; y sobre todo el escuchar, atender, velar el acontecimiento presente y vivirlo desde la fe.
    5. Sincera por el conocimiento de uno mismo que lleva a la humildad y la compunción del corazón.
    6. Sobria. Aspecto importante de renuncia para tener un único bien: Dios. Aquí se acoge el voto de pobreza, el silencio, la discreción… El monje es un minimalista buscando siempre lo menos y no lo más salvo en su relación con Dios.
    7. Solidaria. Monje es el “apartado de todos, pero unido a todos” (Evagrio Póntico). Está solo, pero no es solitario sino solidario, distanciado pero no lejano. Ora con todos y por todos.
      Retirarse no es separarse sino unirse más en profundidad, retirarse para atraer al mundo hacia así y conducirlo hacia Dios; tirar del mundo.
    8. Sonriente.
    9. Suficiente. El monje tiene a Dios y en él a todos. Principalmente a la comunidad de hermanos/as con los que entra en comunión de vida.
    10. Suplicante. De oración e intercesión por todo el mundo.


    Ernestina Álvarez

    vocación

    Ayudamos con nuestra oración a quienes nos la piden y prestamos acompañamiento espiritual.

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