La experiencia del Vía Lucis

Este Vía Lucis es una invitación a vivir y profundizar, a través de los relatos evangélicos, en el camino de vida y libertad que transcurre entre la Pascua de Resurrección hasta Pentecostés. Cincuenta días llenos de acontecimientos inolvidables y trascendentales que los discípulos de Jesús nos invitan a descubrir con ellos. Y adentrarnos en la gratitud y en el gozo inimaginables que vivieron.

La vida de Jesús no podía terminar en la tumba. El Padre no podía permitirlo y no lo hizo. Pero lo difícil era comunicar su nueva existencia a los discípulos, a nosotros, para devolvernos la esperanza y confirmarnos en la fe. Y convertirnos en testigos de su triunfo sobre el pecado y la muerte.

La resurrección no podemos reducirla a conceptos, teorías más o menos acertadas, se encuentra más cercana al encuentro con Jesús vivo y actuante en nuestras vidas. No es algo que surge de repente, se trata de un camino que tenemos que recorrer y cultivar.

Las primeras comunidades cristianas pusieron por escrito el proceso que los llevó desde la muerte de su maestro Jesús —de sentirse desgarrados, sin sentido, con todas las ilusiones y esperanzas enterradas, en una oscuridad y dolor inenarrable—, a ser testigos de algo totalmente nuevo.

Nuestra historia vital comienza en el amor creador de Dios que nos infunde la vida. Su aliento nos acompañan y conducen por el tiempo y espacio para llevarnos, pasando por la muerte, a la plenitud en la comunión definitiva con Él, fuera de las limitaciones temporales y espaciales. 

La resurrección es un camino de libertad que nos ayuda a superar el temor y la esclavitud que nos causan tantos ataques a la vida: la enfermedad, las carencias, la inseguridad, la muerte, el pecado… Solo la fe en la resurrección de Cristo nos otorga la fuerza para no tener miedo, nos ayuda a ver la vida con luz nueva, hacer el bien, y quitar del corazón el resentimiento y la esclavitud.

¿De qué serviría la más bella historia -como la de Jesús-, si no existiera esta buena nueva de que la muerte no es la última palabra? Creer y vivir en la resurrección a veces resulta difícil, pero podemos tener como seguro que el amor de Jesús que nos ha acompañado durante la vida nos llevará con él hasta el seno del Padre.